La Locomotive Act," fue una ley instaurada en 1861, en el Reino Unido, limitando la velocidad de los locomóviles a 5 mph y 10 mph por los recorridos urbanos y extraurbanos respectivamente. Además requería que los vehículos autopropulsados fueran precedidos a unos 50 metros por un peatón que ondeará una bandera roja o que llevaba una linterna para advertir a los transeúntes del acercamiento del vehículo.
En 1865 dicha ley se "endureció" también conocida como Red Flag Act, rebajando la velocidad de circulación a 2 mph y 4 mph urbano y extraurbano respectivamente.